Castillo en el Barrio del Niño, c. 1990 |
En la FUNDACIÓN MAPFRE sala Azca (Avda. General Perón, 40), podéis disfrutar hasta el 19 de mayo de una magnifica exposición sobre Manuel Álvarez Bravo (México D.F., 1902-2002) considerado como uno de los fundadores de la fotografía moderna.
"Esta exposición presenta la obra de Álvarez Bravo desde una perspectiva diferente. Además de las fotografías emblemáticas que han distinguido su trabajo, se incluyen otras, inéditas y experimentales, procedentes de su archivo: clichés en color y Polaroid. También se muestran tomas cinematográficas experimentales de la década de 1960. La exposición recoge aspectos poco conocidos de sus fotografías que, sin embargo, poseen gran relevancia: motivos iconográficos que aparecen en sus imágenes de modo recurrente y revelan una estructura e intencionalidad muy lejana a la condición fortuita de lo “real maravilloso” mexicano".
"La muestra, organizada en ocho grupos temáticos, ofrece una selección de 152 fotografías que dejan constancia de la tenacidad y coherencia de su evolución creativa. El recorrido se acompaña de cinco proyecciones cinematográficas experimentales inéditas (en formato 8 mm y súper 8) que muestran su trabajo fílmico y evidencian su relación con el cine durante más de cincuenta años. Asimismo, se muestran algunos documentos como sus blocs de notas, programas de trabajo o correspondencia que mantuvo con personalidades como Henri Cartier-Bresson, Alfred Stieglitz o Edward Steichen."
"Esta exposición presenta la obra de Álvarez Bravo desde una perspectiva diferente. Además de las fotografías emblemáticas que han distinguido su trabajo, se incluyen otras, inéditas y experimentales, procedentes de su archivo: clichés en color y Polaroid. También se muestran tomas cinematográficas experimentales de la década de 1960. La exposición recoge aspectos poco conocidos de sus fotografías que, sin embargo, poseen gran relevancia: motivos iconográficos que aparecen en sus imágenes de modo recurrente y revelan una estructura e intencionalidad muy lejana a la condición fortuita de lo “real maravilloso” mexicano".
"La muestra, organizada en ocho grupos temáticos, ofrece una selección de 152 fotografías que dejan constancia de la tenacidad y coherencia de su evolución creativa. El recorrido se acompaña de cinco proyecciones cinematográficas experimentales inéditas (en formato 8 mm y súper 8) que muestran su trabajo fílmico y evidencian su relación con el cine durante más de cincuenta años. Asimismo, se muestran algunos documentos como sus blocs de notas, programas de trabajo o correspondencia que mantuvo con personalidades como Henri Cartier-Bresson, Alfred Stieglitz o Edward Steichen."
Los agachados, 1934.JPG |
"Más allá de la asociación al folclore de un país exótico, a la retórica política del muralismo o la estética del surrealismo, la fascinante y compleja fotografía de Álvarez Bravo responde a las profundas transformaciones iniciadas en México por la Revolución de 1910: el abandono progresivo de la vida rural y de las costumbres tradicionales, el surgimiento de una cultura postrevolucionaria de influencia internacional y la adopción de una cultura moderna asociada a la vorágine de la urbe."
Tentaciones en casa de San Antonio.1970. |
A continuación os dejamos un extracto del artículo que escribió Mariano Navarro en El Cultural:
"La exposición hace, pues, un recorrido por México y nos descubre de una sola vez continuada la esencia luminosa de oficios y trabajos y la exacta naturaleza de los seres humanos protagonistas de sus escenas, o el carácter expresivo y enunciativo de los detalles minúsculos o de los equívocos visuales, que percibe y capta preferentemente en un blanco y negro como desleído, que tiene tanto de verídico como de espectral. Pese a todo, efectuado el recorrido completo y algo extenuante, creo que la mejor pieza de Álvarez Bravo sigue siendo la fotografía titulada La buenafama durmiendo, 1938 (en la imagen), un dulcísimo desnudo, absolutamente estático, de una coloración más densa y luminosa en los blancos y negros, que resulta hoy igualmente turbador que cuando fue portada y contraportada del catálogo de la exposición surrealista de 1939. Es más, a riesgo de parecer superficial, creo que la parte de su obra, y también de la exposición, que mejor sostiene una mirada contemporánea son precisamente sus fotografías, y también algún Super 8, en los que el protagonismo se confiere al cuerpo desnudo, que componen el capítulo Exponerse. No solo La buena fama…, también Niño orinando, 1928, La tierra misma, 1937, La desvendada, 1938, Tentaciones en casa de Antonio, 1970 y El trapo negro, 1986, muestran una atención permanente en el tiempo y un modo de hacer singular y propio."
Si queréis ver más imágenes podéis visitar la web oficial del artista
CONSULTAR ARCHIVO DE MANUEL ÁLVAREZ BRAVO
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